Las dos caras de la Oficina de Empleo

En las oficinas de empleo conviven dos organizaciones distintas: el Servicio Público de Empleo Estatal y el Servicio Público de Empleo Autonómico.
Cada uno tiene su propio personal, procedimientos y tareas asignadas en el proceso de cobrar una prestación por desempleo.  Saber cómo funcionan te ayudará a no cometer errores.

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Las competencias en protección por desempleo en España están repartidas entre el Estado y las Comunidades Autónomas.
Para explicarlo de una forma muy coloquial, podemos decir que es el Gobierno central el que a través del SEPE paga las prestaciones por desempleo en toda España, mientras que cada Comunidad Autónoma organiza la formación, orientación laboral y ofertas y demandas de empleo de sus ciudadanos en paro.
En cada oficina de empleo tanto la Administración del Estado como la Autonómica tienen su representación, de modo que conviven dos Servicios Públicos de Empleo, el del Estado (SEPE, antes llamado INEM) y el Autonómico.

Cada uno de ellos tiene sus propios funcionarios y sistema de organización, aunque todos están habitualmente en la misma oficina de empleo y  en muchos casos en mesas tan solo separadas unas de otras por unos metros, sin que el ciudadano sea consciente de esta doble realidad.






Para ser atendido por el SEPE, que es quien paga las prestaciones, hay dos condiciones imprescindibles

1. Estar inscrito como demandante de empleo en el Servicio Autonómico de Empleo. Es lo que se conoce como “apuntarse al paro” (+info).
2. Haber pedido antes la cita previa para el SEPE, por Internet o por Teléfono (+info)

Si no cumple esas dos condiciones, el personal del SEPE no podrá atenderle, aunque su consulta solo sea, por ejemplo, para pedir información sobre una prestación o subsidio.
Algunas personas que no tienen aún derecho a cobrar ninguna ayuda o prestación por no haber cotizado, no necesitan pasar por el SEPE. Únicamente se apuntan al paro en el Servicio Autonómico y ello les permite poder acceder a cursos de formación, bolsa de ofertas de trabajo, orientación laboral y ganar antigüedad como demandante de empleo. Nosotros siempre recomendamos a quien no tenga trabajo que se apunte al paro, por varias razones importantes que explicamos en este artículo (+info). 

La coordinación de las dos Administraciones podría mejorarse
Como habitualmente conviven en una misma oficina de empleo los funcionarios estatales y los autonómicos, suelen organizarse incluso mejor de lo que la ley les permite, pero aún así hay importantes áreas de mejora:

• Los dobles sistemas de cita previa. Hemos comentado que en todas las sedes del SEPE de España (más de 700) es absolutamente obligatorio pedir cita previa. Sin embargo, para la parte autonómica hay comunidades en las que existe cita previa y en otras, no.  Por ejemplo en Andalucía, hay que pedir dos citas distintas, una para el SEPE y otra para el SAE (Servicio Andaluz de Empleo). Hace tiempo existía la llamada “doble cita”, una cita única para los dos servicios, pero ahora no es así y los andaluces tiene que pedir dos citas diferentes, cada una a través de su número de teléfono propio y con su propio calendario. En otras Comunidades, como Madrid por ejemplo, no hace falta pedir cita previa para el Servicio Autonómico: se acude en persona a la oficina y se coge turno en la máquina expendedora de tickets.

• La distinta carga de trabajo.  Quienes acuden con frecuencia a las oficinas de empleo pueden ver que en ocasiones unos funcionarios están saturados de trabajo con poco tiempo para atender al ciudadano, mientras que otros, que están al lado, están mucho más relajados.  Esto es asi porque pertenecen a la otra administración y en ese momento no tiene acumulación de tareas, pero para quien lo ve desde fuera no deja de llamar la atención.

• No hay una gestión integral de ofertas y demandas de empleo.  Las bases de datos de curriculums de todos los servicios autonómicos de empleos no están conectadas entre sí. Recientemente se  ha puesto en marcha el Portal Público de Empleo “Empléate”, pero la integración real aun no es efectiva.  Si un empresario de Bilbao buscara un especialista para su factoría, acudiría al Servicio de Empleo del País Vasco (Lanbide) y si no hubiera un candidato con ese perfil exacto en la base de datos de Lanbide, la oferta quedaría sin cubrir, aunque ese trabajador existiera en Cataluña. La base de datos vasca no está conectada con la del Servicio de Empleo de Cataluña (SOC), ni el resto de autonómicas entre sí.

• “De eso le informan a usted en la planta de arriba”. A veces es necesario pasar de un Servicio a otro para hacer una misma gestión.  
  • Nos ha sucedido cuando un trabajador iba a entregar su solicitud de prestación en la mesa del SEPE y quería además solicitar el pago único como emprendedor.  Del SEPE nos remitieron al Servicio Autonómico para que el trabajador recibiera información sobre los requisitos de viabilidad de su plan.
  • En otra ocasión, un trabajador que estaba cobrando el paro solicitó permiso para viajar al extranjero. Al regresar, acudió a la oficina de empleo para comunicar que ya estaba en España, pero solo informó en el servicio autonómico y no también a los funcionarios del servicio estatal, por lo que fue sancionado y tuvo que presentar alegaciones.

Estos problemas de coordinación, aun no siendo generalizados, suponen perjuicios para los trabajadores que se ven afectados directamente. Por eso es necesario conocer las funciones de cada una de las administraciones y los servicios que ofrecen al ciudadano.

© Un artículo de Oscar de las Heras para citapreviainem.es  30/10/2014